CONTIGO Elche solicita que se incentive y se promueva la profesión de palmerero modificando su normativa


Desde la formación política ilicitana se anima al Ayuntamiento a facilitar la formación  y requisitos laborales que faciliten el acceso a un oficio que se está viendo mermado en su relevo generacional

Elche, 26 enero 2022. La profesión de palmerero es, sin duda alguna, un trabajo milenario, casi tan antiguo como la propia historia ilicitana. Sin embargo, y a pesar de lo extendido que está en zonas de la Comunidad, nunca había gozado de reconocimiento oficial hasta que en 2012 se logró tipificar como tal gracias a la propuesta de la Asociación de Palmereros de Elche —única en España— y el Ayuntamiento de la localidad y aprobada por el Ministerio de Empleo en aquel año. Con ese logro se consiguió avanzar en materia de seguridad, formación y derechos para un colectivo que sobrepasa el centenar de personas en toda la provincia de Alicante, y que cuenta con asociados en Elche, la ciudad de las palmeras, pero también en poblaciones como Altea, Villajoyosa, Calpe, Muchamiel, Rafal o Santa Pola.

La falta de un relevo generacional entre los ilicitanos que han desarrollado esta actividad de forma prácticamente artesanal está generando un problema ya que ahora el Ayuntamiento se encuentra en la tesitura de que no consigue palmereros para desarrollar su labor. Esta circunstancia ha provocado que haya que externalizar el servicio de poda y contratación de empresas privadas ya que la actual normativa tampoco facilita mucho el acceso a la profesión. Desde CONTIGO Elche se alerta del peligro que tiene ofrecer contratos temporales en lugar de empleo estable y del riesgo de mecanizar esta profesión ancestral y tradicional con las consecuencias que vimos a final de año con la empresa murciana de poda de palmera.

El presidente de CONTIGO Elche, Carlos San José, se mostró esperanzado con que se mejoren las condiciones de acceso a la profesión indicando que “no podemos permitir que una actividad milenaria, tan vinculada al palmeral, uno de nuestros tres patrimonios, se vea amenazada por normativas que facilitan la externalización de los servicios relacionados con la palmera y dificultan el acceso a esta profesión tan ilicitana. Creo que la Asociación de palmereros, los productores de dátiles y palma blanca deberían fijar una posición conjunta junto al Ayuntamiento para trabajar unidos y lograr dignificar la profesión de palmerero”